Inma Martín, narradora, bibliotecaria, bailarina... comparte esta reflexión llena de luz y confianza, dando soluciones sencillas y asequibles a todo el mundo para mejorar nuestra calidad de vida.
Qué es la vida sino compartir cada instante, haciéndose presente en cada momento...
Somos parte de un todo, de un universo, un barrio, una tribu, una familia.
Qué es la vida sino compartir cada instante, haciéndose presente en cada momento...
Somos parte de un todo, de un universo, un barrio, una tribu, una familia.
La unión de varios elementos que se completan en continuo movimiento siempre compartiendo lo que somos con el resto.
Somos partículas creadas de átomos, sangre transmitida en generaciones,
lágrimas vertidas a lo largo de nuestra existencia.
Sonrisas, rasguños, caricias, palabras, abrazos…
Cada comida que ingerimos, proviene de alguien que la ha cultivado con amor, después transportado
hasta nuestra mesa y cocinado de forma deliciosa por unas manos solidarias en
todo momento.
Cada respiración es porque alguien nos ha cuidado desde el
inicio de nuestros días hasta el día de hoy.
Cada latido de nuestro corazón vive también en los otros
cuando hemos amado a nuestros compañeros de vida, guiándonos hasta el éxtasis o
la decepción.
Todo nos orienta hacia un camino lleno de momentos que nos
hacen crecer y ser más conscientes de los somos
Cada abrazo nos lleva a una emoción a veces contenida, a
veces desbordada que nos acompaña creando atmósferas de luz que brillaran de
forma permanente en nuestra alma hasta el fin de nuestros días.
Cada herida profunda nos lleva conocer más la fuerza de
nuestro interior siendo seres cada vez más concienciados con lo que necesitamos
y con lo que podemos aportar a este gran mundo.
Una mirada es un mundo como decía Bécquer, ¡qué gran poeta! y hace el día más agradable a cualquier que la ve.
Esa sonrisa que te transmite paz, armonía, que te da
libertad e incluso nos alivia, esa es la que podemos encontrar cualquier día
en cualquier lugar, de cualquier ciudad de este mundo y que hace que las
desgracias sean menos…
Estos pequeños gestos que compartimos desde que abrimos los
ojos cada mañana ayudan a quienes nos ven, a quienes nos tocan o nos sienten a tener un
día maravilloso,
Así de fácil, así de simple somos.
Esta es mi reflexión creo que somos vasos comunicantes con
otros seres y nuestra generosidad colmará de atención y dicha a los demás,
El amor lo cura todo y no tiene límites, es algo siempre
sanador, no lo olvides.
No lo encierres en un bote de emociones , destápalo ,
emulsiona , explosiona y... vive
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