martes, 19 de julio de 2016

Manifiesto de Mercedes



Mercedes Pino, una viajera malagueña, expone una crítica visión de Europa, con la perspectiva que dan los viajes. Así como una llamada al Ser y a la simplicidad como bálsamo para el consumismo y el materialismo de esta sociedad.


Ya sea en Francia, España, Alemania o cualquier país occidental estamos rodeados de centros comerciales, estamos educados en el individualismo, la arrogancia y la ilusión de privilegio que nos han inculcado. Tenemos tal infección de ego que es difícil de curar, es un mal comparable a lo que en otro tiempo fuera la peste.


Hay que darse cuenta de que no somos privilegiados. Europa, ha traído MUCHO mal al mundo y lo sigue haciendo como una maldición, y el karma existe. Todos mal alrededor menos nosotros, pero el boomerang nos va a estallar en la cara. Empezando por los romanos, los reyes católicos, la colonización francesa de África, EEUU, la guerra del Golfo... Avanzan las técnicas de guerra hasta hacerse irreconocibles y colonizar desde la sombra y que parezca que no he roto un plato. El mundo está cada vez más desequilibrado: por un lado hay cada vez más desigualdad y por otro más hegemonía de pensamiento. Los negros se vuelven racistas; los gordos, anti gordos; los hippies, fascistas... nada tiene ningún sentido. Se ha hecho mucho daño para que llegara la tecnología y ahora Internet nos da muchas claves para salir de nuestro error mientras siguen muriendo niños por el coltán. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++


Entonces ponemos un cerco, nos aislamos de nuestros semejantes para crear un espacio donde cambiar sin renunciar a nada y aislamos nuestros hijos para que no se mezclen con el mal, pero el mal lo llevamos nosotros muy adentro. En nuestro afán de no infectarnos con el mal de los demás, nos volvemos aún más elitistas y le cambiamos de nombre a nuestros juegos de poder y dominación, porque la humildad y el bien común aún nos quedan lejos, estamos ocupados juzgando el mal del otro. Los hijos de estas comunidades, se entregan a los brazos del capitalismo oficial al conocer un poco la sociedad que les rodea. Vemos la autosuficiencia como un sacrificio, sin darnos cuenta de que es una forma de conectarnos con nuestra alma y que de esto podemos aprender del resto de culturas. Pero nos enseñaron a infravalorarlas por eso. Estamos tan poco acostumbrados a producir condiciones de vida, nuestros trabajos son de oficina, de venta, de servicios... pero nunca de manufactura, tenemos tan poca idea de dónde vienen los objetos que nuestra realidad es completamente distinta. Nos aplasta el confort, la mente tiene todo el tiempo del mundo para hacer run-run y creer que todo es difícil. Mientras más al norte, más nivel de vida, más tiempo para hacer run-run con la mente. Y eso no hace mucho que es así, se ha vuelto así en MUY poco tiempo. Nuestros padres de pequeños han hecho cosas con sus manos como "escapotar almendras" o "separar lentejas de piedrecillas" tareas muy meditativas, de las que antes estaba la vida llena, pero el progreso les enseñó que eso era un atraso. Es mejor tener tiempo para pensar y tener un buen discurso mientras el planeta se cae a pedazos.


Pido simplemente SER y calmar el discurso y la verborrea. Seguimos preocupados con dar una imagen de éxito, en vez de simplemente SER. Nuestros bienes de consumo se hacen cada vez más lejos, más rápido y más mecánico pero son muy baratos. Nuestra materia se ha vaciado de significado simbólico y sagrado igual que nosotros, ahora es meramente práctica, y seguimos enterrándonos en objetos.


Tenemos mucha basura así que ya que somos privilegiados, vamos al tercer mundo a llevársela e inculcarles nuestra maravillosa forma de vida, vamos en definitiva a ayudar, a llevarles nuestros objetos industriales de sobra, nuestras medicinas que palían síntomas del daño que nos auto-inflingimos, que ellos trabajan demasiado y pasan mucha hambre. Sin darnos cuenta de que no toda África está mal y de que la que lo está, no es porque Europa no ayuda, es porque Europa y sus descendientes adictos al poder, no dejan de esquilmar. Y de que pobreza material no es lo mismo que pobreza espiritual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario