Oh, tú, insondable estrella
que insuflas vigor y vida
oh bosques de luciérnagas
noche cuajada de estrellas
permíteme, Amor
ser tu poeta
para compartir la dicha
de sentir tu belleza
no importa cuán profundo sea el túnel
negra madre
siento que tu tacto me toca
en el aire que roza tus formas
En tu luz divina
diviso jardines de exquisitez infinita
y las avenidas concurridas
son pasillos de susurros
y leo libros en las caras
y en las cruces
Oh, tú que acaricias
los tirabuzones de las muchachas
que nos pones un espejo ante los ojos
y nos dices
pasa
Se desvanecen los infiernos
cuando nos vemos
mirando la Tierra
mirando el Cielo
Y ya no me importa tanto
el contexto externo
lo que venga
lo amo
Porque así,
dentro de mí
te estoy amando.
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