viernes, 30 de octubre de 2015

Introducción a la medicina nativa de los indios shipivos



Milagros ceremonias y visiones


Durante las ceremonias uno puede navegar  dentro de su psiquis, sanar todo tipo de cuestiones con la ayuda de la planta, fundirse con la naturaleza y con el cosmos en una unión mística, alcanzar niveles de conciencia superiores, vomitar negatividades y malos karmas


Luis Carmona Horta
Estoy en San Francisco, una comunidad de indios shipivos.
Todo es diferente, el ritmo, la gente, todo el mundo se saluda cuando se cruza. El personal parece sano... muy sano.
La medicina de este pueblo tiene 3 partes principales; el canto, las plantas y los rezos. El canto, o ícaro, que hace el amauta (voz shipiva que significa maestro) bajo el efecto de la combinación del yajé (o ayahuasca) con la chakruna. Tiene unos efectos asombrosos. Uno siente que la planta actúa a través del médico que te toca con su voz, como con sutiles brazos energéticos, sanando todas las negatividades, que el amauta "ve" en la penumbra o con los ojos cerrados. También utilizan el tabaco, soplándolo mientras cantan sus ícaros. Otros curanderos sanan con las manos o con los rezos y es que, el componente sagrado o divino de las plantas enteógenas (en es dentro y theos es Dios en griego) es la fuente de donde probiene la energía curativa. Sale a la luz el Dios interno, alojado en nuestro cuerpo y por lo general, alejado por nuestro ego.
Este poder gigantesco despierta y es capaz de sanarnos con ayuda de la valentía, la perseverancia y la fé. El conocimiento ancestral de centenares de plantas medicinales pone a disposición de loas amautas una botica fresca y poderosa.
Las plantas se utilizan de maneras diferentes. Los baños con plantas, por ejemplo, son muy bonitos. Uno habla con su planta que por lo general te da el amuta después de "verte" en la primera ceremonia. El número 3 es muy importante en la medicina Shipiva, se suelen precisar 3 ceremonias para tratar todo tipo de enfermedades, durante las cuales, el paciente está a dieta, de comida, de compañía y/o de silencio. comiendo y haciendo lo que el amauta considere necesario para la sanación.
Se suelen recetar 3 baños con plantas y a parte, tres gotitas de agua florida para el último baño de la dieta, esta colonia es bendecida o cantada y se diluye en un barreño con el cuál el paciente se lava, dándose el baño de clausura.

Durante las ceremonias uno puede navegar  dentro de su psiquis, sanar todo tipo de cuestiones con la ayuda de la planta, fundirse con la naturaleza y con el cosmos en una unión mística, alcanzar niveles de conciencia superiores, vomitar negatividades y malos karmas (efectos de experiencias adversas) conocer otras dimensiones, el mundo animal, mineral y vegetal vivencialmente, conectarse con la humanidad, visitar cielos e infiernos... pero para ello hay que estar preparado para morir, porque la ayahuasca   (aquí hago un inciso para decir que ayahuasca en quechua significa «soga de muerto curioso paralelismo con el colgado del tarot, o con el odín rúnico el místico buscador que sacrificaba todo lo material al espíritu, llegándo a colgarse 3 días y 3 noche boca abajo de un árbol sagrado para alcanzar el vacío, al cabo de los cuales comprendió se le revelaron las runas, las energías primordiales que componen el universo» )te va a transformar en tu alma, poco a poco, gradualmente y sin vuelta atrás. Es por tanto, una planta iniciática. Es muy aconsejable tener una práctica espiritual disciplinada para usar estas plantas, pues de esta manera, nos vamos a poder concentrar en el Amor, sin apegarnos a ninguna visión por divina o demoníaca que sea, pues las visiones se mueven al ritmo de la respiración. La ayahuasca se utiliza para sanar. En mi experiencia con ella, me doy años entre un uso y el siguiente, pues implementar en la vida diaria los cambios que esta te propone, es la manera de convertir un vislumbre, en una forma de vida amoniosa, amorosa y realizada, pues finalmente puedes poner en práctica tu verdadera naturaleza, que la planta, te ayuda a revelar.

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